* Contacto y No Ficción de Sagan

CONTACTO


Contacto fue el único libro escrito por Carl Sagan como una novela de ficción, todos sus restantes libros pertenecen al género de No ficción y dentro del campo de la divulgación científica.


CONTACTO DE CARL SAGAN



Resumen
Ellie Arroway, quien perdió a sus padres a temprana edad, es una científica que trabaja en la búsqueda de señales de inteligencia extraterrestre en el SETI Search for ExtraTerrestrial Intelligence, o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre. Es ridiculizada por otros científicos y, principalmente, por el Doctor David Drumlin, su antiguo profesor y el consejero de ciencia de la Presidencia. Drumlin en última instancia cierra su investigación, por considerarla un gasto inútil de tiempo y dinero público. Ellie y sus amigos buscan que alguna entidad privada avale su investigación. Reciben una subvención del millonario S.R. Hadden, por lo que SETI puede continuar.

Es detectado un mensaje extraterrestre como una secuencia de números primos, proveniente de la estrella Vega. El mensaje es finalmente decodificado, resultando ser un esquema para una nave de un solo pasajero. Hubo controversia sobre la finalidad de la máquina pero se construyó con la ayuda de países de todo el mundo.

Comienza la disputa sobre quien debe ser el pasajero, decantándose por el Dr. Drumlin. Un fanático religioso que rechazaba el proyecto consigue infiltrarse hasta la zona de lanzamiento donde hace estallar una bomba, destrozando la nave y matando a Drumlin.

Hadden informa a Ellie sobre una segunda máquina, secreta, construida cerca de la Isla Hokkaido, y con ella viaja a través de agujeros de gusano y orbita alrededor de múltiples estrellas, entre ellas Vega. En un planeta de ese sistema solar divisa luces, indicio de la existencia de una civilización tecnológica. Mantiene contacto con una forma de vida extraterrestre pero vuelve a la Tierra sin pruebas, debido a que la videocámara que llevaba consigo, sólo captó interferencias.

Se especula fue un fraude hecho por el millonario Hadden, quien para entonces está muerto. Sin embargo, un informe secreto indica que el tiempo durante el cual Ellie entró en contacto fue registrado, ya que grabó aproximadamente 18 horas de interferencia y durante dicho tiempo, en la Tierra sólo pasaron unos segundos y no tantas horas. Finalmente Ellie consigue una subvención del gobierno para continuar con el proyecto SETI.



CARL SAGAN

Carl Edward Sagan fue un astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense.


CARL SAGAN



Carrera Investigativa
Defensor del pensamiento escéptico científico y del método científico, fue también pionero de la exobiología, promotor de la búsqueda de inteligencia extraterrestre a través del Proyecto SETI e impulsó el envío de mensajes a bordo de sondas espaciales, destinados a informar a posibles civilizaciones extraterrestres acerca de la cultura humana. Mediante sus observaciones de la atmósfera de Venus, fue de los primeros científicos en estudiar el efecto invernadero a escala planetaria.
Carrera Académica
En la Universidad Cornell, Carl Sagan fue el primer científico en ocupar la Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio, creada en 1976, y fue Director del Laboratorio de Estudios Planetarios.
Publicaciones
Carl Sagan ha sido muy popular por sus libros de divulgación científica, publicó numerosos artículos científicos, comunicaciones y fue autor, co-autor o editor de más de una veintena de libros.
En 1978, ganó el Premio Pulitzer de Literatura General de No Ficción por su libro Los Dragones del Edén, por la galardonada serie documental de TV Cosmos: Un viaje personal, producida en 1980, de la que fue narrador y co-autor, y por el libro Cosmos que fue publicado como complemento de la serie, además de por la novela Contacto, en la que se basa la película homónima de 1997.
Reconocimientos
A lo largo de su vida, Sagan recibió numerosos premios y condecoraciones por su labor como comunicador de la ciencia y la cultura. Está considerado como uno de los divulgadores de la ciencia más carismáticos e influyentes, gracias a su capacidad de transmitir las ideas científicas y los aspectos culturales al público no especializado con sencillez no exenta de rigor, lo que ha dado origen a multitud de vocaciones científicas entre el público general.



CARL SAGAN Y LA VIKING LANDER



PREMIOS, CONDECORACIONES Y HONORES

Carl Sagan ha recibido diversos premios, condecoraciones y honores, 29 en total, entre los que destacan:

*   Premio del Programa Apolo concedido por la NASA.
*   Premio Klumpke-Roberts (1974) de la Sociedad Astronómica del Pacífico.
*   Premio John W. Campbell Memorial Especial No ficción (1974) por "La conexión cósmica".
*   Medalla de la NASA al Servicio Público Distinguido (1977).
*   Medalla de la NASA al Logro Científico Excepcional.
*   Premio Pulitzer (1978) en la categoría de obra No ficcional general al ensayo "Los dragones del Edén".
*   Premio Peabody (1980) a la serie Cosmos.
*   Premio Emmy (1981), en la categoría de Logro Destacado Individual, por la serie "Cosmos: un viaje personal".
*   Premio Primetime Emmy (1981), en la categoría de Serie Documental Destacada, por la serie "Cosmos: un viaje personal".
*   Premio Anual a la Excelencia Televisiva (1981) concedido por la Universidad Estatal de Ohio a la serie "Cosmos: un viaje personal".
*   Premio Hugo por el "Mejor Relato No Ficcional" (1981) al libro "Cosmos".
*   Humanista del Año (1981) de la Asociación Humanista Americana.
*   Premio John F. Kennedy de Astronáutica (1982) de la Sociedad Astronáutica Americana.
*   Medalla Konstantin Tsiolkovsky otorgada por la Federación Soviética de Cosmonautas.
*   Premio Locus (1986) a la novela "Contacto".
*   Premio Masursky de la Sociedad Astronómica Americana.
*   Medalla Oersted (1990) de la Asociación Americana de Profesores de Física.
*   Premio Galbert de Astronáutica.
*   Premio San Francisco Chronicle (1998) por "Contacto".



OBRAS DE NO FICCION PREMIADAS

*   Premio John W. Campbell Memorial Especial No ficción (1974) por "La conexión cósmica".
*   Premio Pulitzer (1978) en la categoría de obra No ficcional general al ensayo "Los dragones del Edén".
*   Premio Hugo por el "Mejor Relato No Ficcional" (1981) al libro "Cosmos".


LA CONEXION COSMICA

La Conexión Cósmica es un libro escrito por Carl Sagan y producido por Jerome Agel. Fue publicado en 1973. En el libro se discuten varios temas, sin embargo se centra en la posibilidad de la existencia de inteligencias extraterrestres, así como en la probabilidad de existencia de civilizaciones más avanzadas, junto con su distribución tanto en la Vía Láctea como en el universo.

Sagan narra las posibles opiniones de inteligencias más avanzadas sobre la vida en la Tierra, y sobre la posibilidad de comunicarse con la humanidad. También discute la popularidad de los avistamientos de ovnis, intentando explicar matemáticamente la poca probabilidad de que ocurran esos sucesos. Tampoco deja de remarcar la pertenencia de la astrología al campo de la seudociencia; lo cual es un tema frecuente en su bibliografía.

El libro cuenta con el arte gráfico de Jon Lomberg, y otros artistas entre los que se encuentra quien en ese momento era la esposa de Sagan, Linda Salzman.






TOMADO DE LA CONEXION COSMICA

Ahora, en un relato del que se han hecho muchas citas y posiblemente apócrifo, repetiremos aquí que el físico nuclear Enrico Fermi preguntó, durante un almuerzo celebrado en Los Alamos en los años cuarenta: «¿Dónde están ellos?» Si hay grandes cantidades de seres más avanzados que nosotros, murmuró al parecer, ¿por qué no hemos visto ninguna señal o huella de ellos, por ejemplo, una visita a la Tierra?
Hemos tratado este problema en los capítulos 27 y 28. Pero hay otra manera de plantear la pregunta de Fermi. Una civilización que nos supera tecnológicamente en cien años (teniendo en cuenta los actuales índices de progreso tecnológico), seguro
que podría comunicarse por radio, y quizá mediante otras técnicas desde cualquier punto de la Galaxia y también desde otras galaxias. Una civilización que nos supere tecnológicamente en mil años es probable que sea muy capaz de viajar físicamente entre las estrellas, aunque empleando considerable tiempo y recursos.
Pero, ¿y qué pensar de las civilizaciones que nos superan tecnológicamente en miles o centenares de miles de años o incluso más tiempo? Hay, después de todo, miles de millones de estrellas más viejas que el Sol. Las más antiguas de tales estrellas carecen de metales pesados y probablemente sus planetas también sufren la misma carencia. Tales estrellas, viejas estrellas, tienen medios ambientes hostiles al desarrollo de civilizaciones tecnológicas. Pero algunas estrellas, mil o dos mil millones de años más viejas que el Sol no sufren tales dificultades. Seguramente es posible que haya, al menos, unas cuantas civilizaciones que nos superen en el aspecto tecnológico en millones o en miles de millones de años.
Mediante prodigiosos recursos energéticos tales civilizaciones podrían reformar o cambiar el Cosmos. Hemos expuesto en el capítulo 22 cómo la vida en la Tierra ya ha alterado significativamente nuestro planeta y cómo podemos ya imaginar, en un futuro relativamente próximo, el realizar importantes cambios en los medios ambientes de los planetas más cercanos a nosotros.
Sin duda son posibles cambios mucho mayores en un futuro más lejano. El matemático Freeman Dyson, del Institute for Advanced Study, ofrece un esquema en el cual el planeta Júpiter se rompe trozo a trozo, transportado a la distancia de la Tierra desde el Sol y reconstruido en forma de concha esférica, un enjambre de fragmentos individuales girando alrededor del Sol. La ventaja de la propuesta de Dyson es que toda la luz solar que se desperdicia, al no caer sobre un planeta inhabitado, podría emplearse ventajosamente; y mantenerse así el exceso de población que ahora habita la Tierra. Si población tan vasta es deseable, es algo que aún no se ha resuelto. Pero lo que sí parece evidente es que con el actual índice de progreso tecnológico será posible construir la esfera de Dyson quizá dentro de algunos miles de años. En ese caso, es probable que otras civilizaciones más antiguas que la nuestra hayan construido ya tales enjambres esféricos.
Una esfera Dyson absorbe la luz visible del Sol. Pero no continúa absorbiendo indefinidamente esta luz sin llevar a cabo una reirradiación, ya que de no ser así la temperatura llegaría a ser sumamente alta. El exterior de la esfera Dyson irradia una radiación infrarroja al espacio. A causa de las grandes dimensiones de la esfera, el flujo infrarrojo de una esfera Dyson debe ser detectable desde grandes distancias, con la actual tecnología infrarroja, en distancias de centenares de miles de año-luz. Es de resaltar aquí el hecho de que en años recientes se han detectado grandes objetos infrarrojos de dimensiones parecidas a las del Sistema Solar y con temperaturas de menos de 500 ºC [1000 ºF]. Por supuesto, éstas no son necesariamente civilizaciones Dyson. Pueden ser enormes nubes que rodean a estrellas en proceso de formación. Pero estamos comenzando a descubrir objetos que no son muy diferentes a los artefactos de civilizaciones avanzadas.
Hay muchos fenómenos en la astronomía contemporánea que no se entienden. Los quasars, por ejemplo, son uno de ellos. Las ondas de gravitación de alta intensidad procedentes del centro de nuestra Galaxia son otros. La lista podría alargarse de manera considerable. Mientras no entendamos estos fenómenos, no podemos excluir la posibilidad de que sean manifestaciones de inteligencia extraterrestre. Esto apenas demuestra la probabilidad de la existencia de inteligencia extraterrestre, o, al menos, no en mayor medida que nuestra incapacidad de comprender los cambios de estación en Marte (capítulo 19), asumiendo que hay importantes pruebas de la existencia de vegetación en dicho planeta. Como dice el astrofísico soviético I. S. Shklovskii:

«Sujetándonos a los principios de la ley, debemos suponer que todos los fenómenos astronómicos son naturales hasta que se demuestre lo contrario.»

Algunos científicos han preguntado, ante lo que podríamos llamar reformulación de la pregunta de Fermi, ¿por qué las civilizaciones avanzadas no se hacen más evidentes? ¿Por qué las estrellas no se han reformado en cuadros enteramente artificiales en el cielo, quizá parpadeando con sus luces anunciando en distancias intergalácticas alguna bebida refrescante cósmica? Este ejemplo particular, por supuesto, no es muy defendible: la bebida refrescante de una sociedad puede ser veneno para otra.

Más seriamente, las manifestaciones de civilizaciones muy avanzadas puede que, para nosotros, civilización atrasada, pasen inadvertidas, de la misma manera que pasa inadvertida para la hormiga que trabaja junto a la piscina de una ciudad cualquiera, la superior civilización técnica que la rodea en esos momentos.



LAS SONDAS DEL ESPACIO PROFUNDO


PIONEER 10

Pioneer 10 es una sonda espacial estadounidense que fue lanzada el 2 de marzo de 1972, siendo la primera sonda que atravesó el cinturón de asteroides y que llegó hasta el planeta Júpiter, el objetivo principal de su misión.

El paso por Júpiter el 3 de diciembre de 1973 proporcionó las mejores imágenes hasta la fecha de la atmósfera del planeta, permitiendo obtener información de la temperatura de la atmósfera y de la altura en la que se encuentran las nubes superiores de Júpiter. También estudió los cinturones de radiación del planeta y el fuerte campo magnético del planeta, de intensidad muy superior a la que se esperaba.



LA SONDA PIONEER 10 FUERA DEL SISTEMA SOLAR



PLACA DE LA PIONEER 10
La nave Pioneer 10 es también famosa por el hecho de que contiene una placa inscrita con un mensaje simbólico que le informa a la civilización extraterrestre que pudiese interceptar la sonda acerca del ser humano y su lugar de procedencia, la Tierra, una especie de "mensaje en una botella" interestelar. Esta placa fue fabricada en aluminio anodizado en oro, debido a que este elemento tiene ciertas propiedades que hacen que se degrade mínimamente.


PLACA DE LA PIONEER 10



En junio del año 1983 se convirtió en el primer objeto fabricado por el ser humano que atravesó la órbita de Neptuno, en aquel momento el planeta más distante del Sol dada la excentricidad de la órbita de Plutón.



VOYAGER 1

La Voyager 1 es una sonda espacial robótica de 722 kilogramos, lanzada el 5 de septiembre de 1977, desde Cabo Cañaveral, Florida. Permanece operacional actualmente, prosiguiendo su misión extendida que es localizar y estudiar los límites del sistema solar, incluyendo el Cinturón de Kuiper y más allá (al 8 de abril de 2011, se encuentra a 17.490 millones de kilómetros del Sol, en los límites del Sistema Solar, donde ha detectado un cambio en el flujo de partículas por la cercanía del fin de la heliosfera). Su misión original era visitar Júpiter y Saturno. Fue la primera sonda en proporcionar imágenes detalladas de las lunas de esos planetas.



LA SONDA VOYAGER 1 EN EL ESPACIO



La Voyager 1 es actualmente el objeto hecho por el hombre más alejado de la Tierra, viajando a una velocidad relativa de la Tierra y el Sol más rápido que ninguna otra sonda espacial. A pesar de que su hermana Voyager 2 fue lanzada 16 días antes, la Voyager 2 nunca rebasará a Voyager 1. Ni tampoco la misión New Horizons a Plutón, a pesar de que fue lanzada de la Tierra a una velocidad superior que las dos Voyager, ya que durante el curso de su viaje, la velocidad de la Voyager 1 fue incrementada debido a tirones gravitacionales asistidos. La actual velocidad de New Horizons es mayor que la del Voyager 1 pero cuando New Horizons llegue a la misma distancia del Sol de la que la Voyager 1 está ahora, la velocidad será de 13 km/s a diferencia de la del Voyager 1 que es de 17 km/s


DISCO DE LA VOYAGER 1
La Voyager 1 lleva consigo en su viaje espacial uno de los dos discos con sonidos de la Tierra Sound of Earth.


DISCO DE LA VOYAGER 1



El 14 de junio de 2012 la NASA anunció que la Voyager 1 ha informado de un marcado aumento en la detección de partículas cargadas del espacio interestelar, que normalmente son desviadas por los vientos solares dentro de la heliosfera. Esto es considerado como el borde del sistema solar a una distancia de 120,07 UA (17,86 mil millones de kilómetros) de la Tierra, ya la sonda comienza a entrar en el espacio interestelar.

Ahora a 18.470 millones de km, (año 2013) la sonda se dirige en dirección del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea y, en los próximos años, dejará el espacio dominado por la influencia de nuestro Sol y entrará en el espacio entre las estrellas, el espacio interestelar.

La creencia de la Humanidad en la Pluralidad de los Mundos y en la existencia de Civilizaciones Inteligentes en el Universo, quedó demostrado ampliamente durante la década de 1970, cuando la NASA desarrolló e implementó los cuatro proyectos, ya mencionados, de exploración del Sistema Solar exterior y del espacio interestelar. Incluso, en forma indiscutible, enviando placas y discos conteniendo mensajes y datos codificados de información sobre el planeta Tierra y sus habitantes, destinados a los pobladores de la Galaxia.